Entre la espada, el arado y la patena: las tres órdenes en la España medieval

Autores

  • Adeline Rucquoi

Resumo

Desde la parución en Francia, en 1978, de la obra de Georges Duby Tres órdenes o lo imaginario del feudalismo, la idea de una sociedad medieval dividida en bellatores (guerreros), oratores (eclesiásticos) y laboratores (productores) se impuso como postulado. Dentro de ese esquema, nobles, clérigos y monjes, y pueblo llano constituyen tres grupos sociales claramente definidos, distintos, dotados de privilegios los dos primeros frente al “tercer estado” que no goza de ellos. En la Castilla medieval, la documentación evidencia el hecho de que, si bien las tres funciones sacerdotal, guerrera y productiva existen, no están desempeñadas por grupos sociales específicos: el vecino de una ciudad o el campesino toman las armas y participan de las huestes reales, al igual que los prelados y clérigos, la condición nobiliaria no está reñida con las actividades productivas, el rey es el jefe de la Iglesia de su reino y la ley no establece distinciones particulares entre los naturales del reino respecto de los deberes y derechos de cada uno. La sociedad castellana medieval se presenta así como mucho más dinámica y fluida que la sociedad francesa que institucionalizó en el siglo XIII la división tripartita en órdenes.

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Dossiê: Identidade e Alteridade no ocidente tardo antigo e medieval